Trece días después del primer colapso de las defensas del río en el lado de Piura, ayer la ciudad amaneció con un segundo y más crítico desplome de losas de protección, ahora en la margen izquierda de Castilla.

Toda una sección de cerca de 100 metros de ancho de la estructura cayó al río, a inmediaciones del desvío del camino real de la UNP, detrás de un conocido centro comercial.

Según Enrique Baffi, gerente de la contratista, Pronte Ingenieros SAC, el agua del río ingresó por debajo de la tablestaca de la defensa y erosionó el material del talud interior, provocando la caída de la losa.

La tablestaca, es una estructura de concreto armado de siete metros de altura que se hinca en el terreno para contener el dique, sobre el cual descansa la losa de protección.

“Es el agua que ha entrado por debajo de las tablestacas y aparentemente por ser un tramo más crítico, necesita de una solución más reforzada que unas tablestacas, de repente un muro de contención que agarre de punto a punto. Este muro se puede trabajar en dos semanas, pero se puede ejecutar cuando baje el río, ahorita no se puede hacer nada”, declaró.

Baffi sostiene que se trata de un tramo crítico, porque en esta zona el caudal del río se recarga sobre la margen izquierda.

Como medida de contingencia se colocará concreto y geomembrana para evitar que el agua siga socavando el talud y afecte el dique.

¿mal diseño?

Según Baffi se trata de un error en la construcción, del cual la empresa asume toda la responsabilidad.

“Si se presenta un error de construcción, lo vamos a subsanar porque lo más importante es el prestigio de la empresa y que quede bien la ciudad”, dijo Baffi.

Sin embargo, los especialistas del Colegio de Ingenieros de Piura, señalaron que el error sería más grave.

“Las tablestacas del año 1983 eran de 10 metros de longitud y llegaban a la cota 25 en la parte superior y en la parte inferior llegaban a la cota 15 y se empotraban en el zapallal (terreno más grueso). [La tablestaca que han colocado] llega a la cota 25, menos 7 metros, es la cota 18. ¿en qué terreno está empotrado tu tablestaca? [...] Están empotradas en un terreno arenoso limoso inestable”, declaró el ingeniero Andrés Farfán.

El especialista refiere que la tablestaca debe hincarse sobre un terreno duro tipo zapallal para impedir la filtración de agua.

“El agua ha erosionado la parte inferior de la tablestaca y por ahí se ha metido. Ha comenzado a erosionar el material fino con que se ha conformado el talud húmedo del terraplén. Se ha formado una gran cangrejera y por el peso [de la losa] se ha caído”, agregó.

Farfán refiere que a partir de la cota 18 (metros sobre el nivel del mar) el terreno es arenoso limoso y altamente inestable.

No resisten

Alama fue parte de la comisión del Colegio de Ingenieros que llegó a la zona tras conocerse el colapso.

Sobre el tema, el decano del CIP, Hermer Alzamora, resaltó que esto ha ocurrido cuando el río Piura ha soportado caudales menores a los 1.700 m³/seg.

“Ni siquiera hemos llegado a los 2 mil metros cúbicos por segundo. En el 2017 se llegó a 3 mil 400 y en el 1983 a los 4 mil. Ahora no hemos llegado ni a la mitad; entonces con un Niño global desaparecen las defensas y qué más podría pasar. Con esa poca agua, miren todo lo que ha ocasionado”, cuestionó.

En esa línea, el decano puso en duda si las defensas ribereñas ofrecen una garantía de protección a la ciudad con otras avenidas.

“Me causó mucha gracia que la empresa indique que no se preocupen porque toda obra tiene fallas y esta se va arreglar. Eso es inaudito y eso no sucede de esa manera. Que no digan que toda obra falla y simplemente lo parchamos y lo arreglamos, eso no es así”, aseveró.

Defiende

Sobre el caudal, el gerente de la contratista, indicó que las defensas están diseñadas para soportar un caudal de 4.000 m³/seg a partir de la cota 20 en el cauce del río.

Sobre la profundidad de las tablestacas, Baffi señaló que se hizo de acuerdo a las condiciones del terreno.

“Acá las tablestacas tienen entre siete a ocho metros de profundidad. Se van hincando hasta una profundidad de diseño, pero también hay una curva de rechazo. Si se llega a un momento en que no entra más y si sigues intentando, la tablestaca se comienza a romper. Sí hemos llegado al zapallal”, declaró.

Pese a los cuestionamientos, el gerente señala que no sería posible otro colapso.

Al respecto, el decano del CIP indicó que es posible que la estructura vuelva a fallar.

“Es muy probable. No hay un informe de lo que se ha registrado en el segundo tramo. Ahora sucede otra vez en el primero. Entonces quiere decir que los dos tramos están mal y ha sido la misma empresa”, manifestó el decano del Colegio de Ingenieros.