El programa Cuarto Poder mostró la escritura pública del primer caso que tuvo, de fecha 25 de julio de 1997, que inscribe a la empresa Diversiones y Salones Musicales S.A., conformada por Wilfredo Oscorima Núñez, con 90 acciones; y sus socios Rolando Solier Prado y Marcelino Hinostroza Palomino, con 5 acciones cada uno.

El informe periodístico indica que el objetivo de esta aventura empresarial era dedicarse a los restaurantes, salones de baile, bingos, discotecas y explotación de máquinas recreativas. Para el entonces desconocido Wilfredo Oscorima, a sus 36 años, el mundo de los casinos empezaba a girar.

Inmediatamente Oscorima dobla, y hasta quintuplica su apuesta empresarial. Algunos años después, el hombre de negocios termina administrando empresas como Constructora Wong, G & O, inversiones Palace, Royal Garden, Sun Inversiones y Wari Inversiones. Una fortuna que lo lleva a la carrera política.

Trece años después de haber incursionado en el mundo de los juegos de azar, y con una fortuna que sigue creciendo, el amigo cercano de la presidenta Dina Boluarte probó suerte en la política. El 2010, el empresario de Cangallo realizó una campaña electoral nunca antes vista en Ayacucho. En lugar de volantes, empezó a obsequiar dinero a las personas, podía ser 100 o 200 soles, según dijo el abogado Misael Villar. Así se convirtió en presidente regional por el partido Alianza Para el Progreso.

Wilfredo Oscorima alega que es un hombre honesto, que ha surgido de abajo y tiene ganancias suficientes para vivir dignamente. También dice que no tiene por qué recurrir a la corrupción y afirma que eso jamás va a ocurrir.

En el 2014 Oscorima buscó por segunda vez el cargo y lo obtuvo, esta vez como candidato de un movimiento regional. Pero no logró culminar su periodo debido a una sentencia por colusión agravada.

A pesar de asegurar que su gestión fue transparente, prueba de ello señala la contratación de profesionales de tiendas políticas enemigas, en el 2015 fue sentenciado a 5 años de cárcel por negociación incompatible, malversación de fondos y omisión de funciones. Un caso por compras irregularidades en su primera gestión al frente del gobierno regional. Desde ese momento, el gobernador pasó a la clandestinidad.

Sin embargo, un consejero regional, Vicente Chaupín, denunció que Oscorima -aun prófugo- intentó mover los hilos de la región y que le ofrecieron dinero a cambio de un voto.

 “En caso nos apoyas, te vamos a colaborar con 20 mil dólares, ¿ya?, hay que ser claro y transparente para que Rubén ( Loayza) sea el gobernador de Ayacucho”, le dijeron.

Por su parte la policía había ofrecido 50 mil soles por su captura. En el informe indican que cuando fue aprehendido, Oscorima ofreció el doble de la suma a sus captores para que lo dejen en libertad.

Un año después de este episodio, Wilfredo Oscorima salió de prisión. La Corte Suprema absolvió al gobernador de Ayacucho, y así retomó sus funciones para culminar su mandato.

Es cuando empieza a cobrar protagonismo alguien que siempre estuvo al lado del gobernador: Susan Montes Tuppia, la asistente de la oficina de comunicaciones que luego se convirtió en una alta funcionaria con quien se le relacionó sentimentalmente. Ella dejaría la región para convertirse en gerente general y representante legal de por lo menos dos empresas de Oscorima: Sun Inversiones y Wari Inversiones.

El informe precisa que aún cuando en los papeles Wilfredo Oscorima ya no figura como dueño de Oscorp, casi como en un altar, aparece su fotografía en los negocios.

El periodista Adrián Sarria, de Antena Wari Ayacucho, refiere a Cuarto Poder que “ya ha traspasado, no solo a Susan, él ha tratado de desligarse de eso, que ya no tienen casinos, pero al final quienes tienen la titularidad son cercanos a él”.

Según la declaración jurada de intereses de Oscorima, el gobernador regional de Ayacucho tiene 17 hermanos y 8 hijos, la mayoría con diferente apellido materno.

Algunos de sus hijos aparecen como gerentes de los casinos y otros como herederos de lujosos carros, como un Audi R8 color rojo que fue captado mal estacionado en mayo de 2015 en el estacionamiento de un centro comercial en Jesús María. El vehículo fue vendido tiempo después por la familia Oscorima.

Cuarto Poder señala que el origen del dinero para ingresar al negocio delos juegos de azar es un misterio. Pero lo cierto es que el dueño de inmuebles, estacionamientos, vehículos, empresas y muchas joyas, a sus 62 años, puede decir -con total certeza- que la casa… siempre gana.

Fuente: La República