Si bien en la casa de la jefa de Estado solo se halló la caja de lo que sería el famoso reloj Rolex, el objetivo de los agentes era encontrar más de estos artículos que se presume han sido adquiridos de forma irregular.

El allanamiento se realizó en la residencia y el despacho presidencial. Los efectivos hallaron relojes en este último lugar.

«En una cómoda de madera (…), ubicada en el baño del dormitorio de la mandataria en Palacio, se halló en el primer cajón una caja metálica de color blanco con cerradura con llave (sin seguro), en cuyo interior se hallaron ocho relojes», según se lee en el acta.

Esos relojes de precios accesibles son los siguientes:

• Reloj metálico color dorado y negro, con la inscripción “bebe”.
• Reloj metálico de color dorado rosa, el cual en la parte central contiene la inscripción “BULOVA”.
• Reloj metálico color dorado, el cual en la parte central contiene la inscripción “FOSSIL”.
• Reloj metálico de color dorado, el cual contiene la inscripción “MICHAEL KORS”.
• Otro reloj metálico de color dorado con la parte central de color rosado claro, con la inscripción “FOSSIL”.
• Reloj con correas de color marrón con la parte central metálica de color dorado, con la inscripción “SWAROVSKI”.
• Reloj metálico color dorado con la parte central de color negro con la inscripción “QUARTZ”.
• Reloj metálico color dorado rosa con la parte central de color blanco con la inscripción “TIMEPIECE”.

Al ingresar al inmueble, en un ambiente utilizado como sala de reuniones, se encontraron reunidas a cinco personas. La presidenta Dina Boluarte estaba acompañada de cuatro de sus ministros: el premier Gustavo Adrianzén, el canciller Javier Gonzales Olaechea, el ministro de Justicia Eduardo Arana y el ministro de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Demartini.

Todos los antes mencionados fueron registrados. «Se procedió a realizar el respectivo registro personal, uno por uno, de las personas arriba identificadas en la sala de reuniones», se lee en el acta policial.

El fiscal adjunto supremo Hernán Mendoza le pidió a Dina Boluarte que entregara los relojes. Ella se negó y respondió que ese no era un proceso de exhibición, sino de allanamiento.

«El Fiscal (…) procedió a informarle a la investigada la finalidad del allanamiento y la invitó a entregar enseres relacionados a la presente investigación, obteniendo como respuesta que (…) no se trataba de una diligencia de exhibición; asimismo se procedió a realizar el respectivo registro personal a la investigada», se lee en el acta.