Tras 17 meses de los embates de El Niño Costero, la Contraloría General de la República ha detectado un total de 487 situaciones de riesgo a nivel nacional en las obras de la Reconstrucción con Cambios impulsadas por el gobierno central.

Las inspecciones concluyen que Piura es la región más propensa a repetir la tragedia porque concentra la mayor cantidad de riesgos (176) en la ejecución de los trabajos para la prevención de un próximo fenómeno pluvial.

OBRAS EN RIESGO
Una de las obras de rehabilitación más importante en Piura es la de los diques del río; es decir, de las estructuras que soportan la fuerza del agua y evitan un desborde cuando se incrementa el caudal.

En noviembre de 2017, el consorcio Reconstrucción ganó una licitación, convocada por el Gobierno Regional de Piura, por más de 32 millones de soles para diseñar el expediente técnico y reforzar el dique izquierdo del río Piura con rocas, arcilla y afirmado a lo largo de 30 kilómetros.

Sin embargo, la Contraloría detectó que el material que usaron no tenía la calidad que se había pedido como requisito en el expediente técnico.
Para verificarlo, se encargó al laboratorio de la Universidad Nacional de Piura realizar una serie de pruebas.

 

Informe de control concurrente de la Contraloría.

Los resultados fueron alarmantes porque arrojaron que los insumos eran de una calidad inferior a los que se debía usar para el reforzamiento del dique. Por lo tanto, se advirtió que la ciudad está bajo un gran riesgo en caso de una crecida extraordinaria del río, como la ocurrida en marzo de 2017.

El secretario anticorrupción de Piura Jaime Távara consideró que el gobierno regional ha reaccionado con mucha lentitud ante esta y otras irregularidades, con lo cual se está poniendo en peligro a la población.

“La región se toma muy ligeramente los informes de Contraloría porque recién después de tres meses la gerencia de infraestructura está dando a conocer cuáles son las medidas para disminuir los riesgos detectados, cuando ya las obras están terminando”, criticó.

“Adoptamos todas las medidas correspondientes de acuerdo a los informes de Contraloría, pero en algunos casos no se podía hacer nada, pues los documentos llegaban cuando las obras ya se habían culminado”, se defendió.

Otro riesgo importante ocurrió en la provincia de Sechura, donde hubo una deficiente limpieza de un dren de evacuación de agua.

El consorcio Los Lirios debía hacer trabajos para profundizar el cauce por donde debe discurrir el agua. Sin embargo, en una pesquisa de la Contraloría –luego de haberse entregado la obra y durante un mes sin lluvias– se halló que el nivel del agua estaba a tope, al mismo nivel del terreno. Por lo tanto, en época lluviosa la inundación en las zonas aledañas sería inminente.

 

Agua estaba al tope a pesar de no ser una época lluviosa.

FISCALÍA AUSENTE 
La Contraloría ha detectado una débil supervisión, deficiencias y demoras en la ejecución de trabajos, prestación de servicios sin la maquinaria ni el personal ofertado, entre otros problemas.

Y a pesar de la estrategia anunciada entre la Contraloría y el Ministerio Público para vigilar las obras de reconstrucción, la Fiscalía de Prevención del Delito de Piura no ha intervenido nunca. Incluso ha archivado una denuncia de la Secretaría Regional Anticorrupción.