La estrecha relación entre el exdirector regional de Educación, Pedro Periche Querevalú, el exadministrador de la UGEL Talara, Javier Espinoza Paz, y su hermana María Azucena Espinoza Paz, que fue asesora legal de la UGEL Paita, quedó evidenciada en la declaración del primero.

En esta investigación, referida al desvío de fondos de la UGEL Talara, se tienen colaboradores eficaces, uno de los cuales ha brindado información que compromete a funcionarios del gobierno regional, DREP y Fiscalía Superior de Piura, según información oficial, surgida a propósito de la reciente visita del fiscal de la Nación, Pedro Chávarry.

“AMISTAD MUY CERCANA”. Periche declaró ante la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Sullana el 9 de enero de este año.

Entonces, el exdirector regional dijo conocer a Javier Espinoza Paz por el trabajo.

Refirió que el mencionado necesitaba trabajo, porque tenía un hijo menor y se le dio la oportunidad.

“Lo recomendé para que ocupara un cargo en la UGEL Talara, pero la decisión de su designación dependía de la directora”, expresó en su declaración.

Detalló que con la hermana de Javier Espinoza, la abogada María Azucena Espinoza, que trabajó en la Dirección Regional de Educación, ha tenido una “amistad muy cercana” y a raíz de ello se relacionó con quien después fue administrador de la UGEL Talara.

Alegó que no se frecuentaban, sino que se habrían encontrado en algunas reuniones, así como mantenido comunicaciones telefónicas por temas de trabajo.

No obstante, al ser preguntado por las declaraciones de Javier Espinoza, quien adujo que lo frecuentaba en la ciudad de Piura en 2015 y 2016, Periche alegó que “como cualquier otro funcionario del ámbito de Educación querían compartir conmigo un momento, habiendo aceptado sus invitaciones en algunas oportunidades por cuestiones de trabajo”.

¿PROTEGIDO?. Periche descartó que Javier Espinoza Paz sea su protegido, porque dejó de trabajar en la UGEL Talara en el 2016, cuando aun él era director de la DREP.

También precisó que la entonces directora de la UGEL Talara, Angélica Deza Sánchez, tuvo el poder de designarlo o no hacerlo.

El exdirector regional de Educación dijo que si bien firmaba las resoluciones, no era la persona que designaba a los funcionarios, porque era competencia de los directores de las UGEL.

Señaló que no tenía conocimiento que Edward Gómez Paredes habría recibido dinero por parte de Javier Espinoza Paz, porque éste nunca le informó del tema.

COLABORADORES EFICACES. En la reciente visita del fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, en Sullana se le informó de los casos emblemáticos, entre los cuales está el referido al desvío de fondos de la UGEL Talara y en el que se están aplicando procedimientos especiales de investigación con colaboradores eficaces.

Y uno de ellos “ha proporcionado información con relación a funcionarios del gobierno regional y la Dirección Regional de Educación, así como de la Fiscalía Superior de Piura, el mismo que ha sido amenazado en el establecimiento penitenciario, donde se encuentra recluido, habiéndose dispuesto medidas de protección para garantizar su integridad”.

Así consta en el acta de visita, que se levantó el 13 de agosto y que fue rubricada por Chávarry y la presidenta de la Junta de Fiscales Superiores de Sullana, Elena Carolina Delgado Manrique.

SIN INTROMISIÓN. A propósito del tema, el presidente de la Junta de Fiscales Superiores de Piura, Guillermo Castañeda Otsu, descartó cualquier interferencia de su parte.

“Tengo 28 años de servicio y lo máximo que se puede llamar a un fiscal es para decirle señor hay un abogado, un litigante, que dice que se está demorado mucho, así que por favor, y las más de las veces les digo vayan a Control Interno. Yo nunca llamo para nada”, expresó.

Castañeda resaltó que él respeta la autonomía e independencia de los fiscales.

“Yo nunca pido una carpeta ni nada. Si alguna vez lo hago es porque me viene algún pedido desde Lima”, aseguró.

Resaltó que el hecho de que la abogada María Azucena Espinoza Paz haya pasado a trabajar como asistente de función fiscal en Chulucanas, tras renunciar a la UGEL Paita, cuando explotó el caso del desvío de dinero allí, no implica ninguna irregularidad.

Alegó que esto ocurrió, porque “ella ha sido trabajadora de la Fiscalía y nosotros damos preferencia a la gente que trabaja o que ha trabajado acá”.

Recordó que Azucena Espinoza ha trabajado como nombrada en la Fiscalía desde noviembre del 2012 hasta febrero o marzo del 2014 y renunció.

“No conozco a los fiscales de Sullana, no sé ni quiénes son, al hermano (de Azucena Espinoza) ni lo conozco, sino por las fotos que se han publicado”, enfatizó.

Señaló que cuando lo llaman los fiscales de Crimen Organizado “jamás les preguntó dónde y contra quién va a ser el operativo; les pregunto qué necesitan, porque no quiero que haya la idea de que se pueda filtrar la información y segundo que tengo interés”.